lunes, 1 de agosto de 2011

al pensar


   Al pensar el por qué de la creación de un blog, pienso en las tintas perdidas. Pienso en qué sería lo mejor para este mundo. Si vivir de lo escrito, o de las experiencias de nuestra propia inmanencia en el mundo. Cuando generamos las historias, la sensibilidad de nuestra meteria, de nuestras fábulas, de nuestros imaginarios, creamos en la ficción, en la tinta de papel, ahora virtual, lo que nos gustaría hacer y sentir, o lo que no podemos por inteligibilidad, por el espacio y el tiempo no propio ni arriesgado  ¿El miedo y la ausencia de energía para la praxis misma de la vida la reemplazamos en la escritura?¿ O la propia escritura genera también la energía para las prácticas de la vida social, para los sueños individuales y colectivos?
 Probablemente haya una combinación de ambas, y es la eterna pregunta sobre el lenguaje y el hacer el eje de la cuestión. Necesitamos de la poética, de lo sensible, para ordenarnos las vivencias, para sentirlas y para soportarlas. El poder describirlas, ampliarlas, torcelas, expandirlas ¿ las hace más livianas, más encantadoras, más temibles, menos vacías?
 Tenemos entreveradas en nuesta sangre las historias y las leyendas, las energías y las voces de millones de años. Y tenemos los paisajes, los manantiales, las praderas, las tristezas ¿Cómo no sacarlo afuera? Cómo no canalizar eso en alguna expresión para poder darle alguna forma y dirección?
 Es necesario, cada día lo creo más. No podemos vivir sin eso. No somos así.
 Cada día trazar una línea. No dejes pasar un solo día. Es empezar de nuevo sumando hilos que se tienden de una cuerda infinita, utopía atrapada en azules turquesas, rojos vivos, naranjas, humo gris.
 Pretensiones aledañas a círculos concisos de la esperanza. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario