martes, 31 de enero de 2012

Viajábamos, por distintos lugares, interminables, de ida al sol, a la vuelta con la sombra. O al revés.


 Inevitablemente la luz se irá rasgando, con latidos fuertes y tenaces.
 Los azules naranjas en donde se desplomaba aquella mañana hacía recordar la ferocidad de la paz.
 La panza colmada de felicidad hasta las entrañas, inquietándose a cada rayo de sol.


 Como merma la esperanza, el suelo se desintegra en el corazón marchito de los cuerpos  sudados.
  Las lagunas y los álamos que se envician de fuegos y cataratas, de estrujar y de expandir, de herir y de sanar.
  Algo va a pasar. Cuando los desatinos de las horas reclamadas se lleven la mirada hacia el horizonte sin ninguna vuelta atrás.
  Como una ola que tape el cielo.


  Debió levantar los párpados y volver a caer. La escena desde la distancia se veía opaca y fría.
  El rayo como silencio por la espalda y una abrumadora burla que se estrujaba por el pecho hacia un encuentro discontinuo.
  Pensó en tomar el té, mojar la galletita de limón en la oscuridad caliente y borravino , y mientras los estruendos seguían allá afuera,
  con la ventana abierta escribir el dolor que lo haga dormir.

lunes, 9 de enero de 2012

San Miguel

 Volando regresaban a un estado superlativo de la memoria.
 Como en un compás rítmico preciso en lo cromático, del tiempo y los colores.
 Lavan sobre los colores de la paz, innumerables exactos procesos.

 De los olores a menta y a garzas que eructan sobre los techos de los árboles se encuentra un pescadito, dorado en su tamaño, que revolotea entre las aguas del lago de San Miguel del  Monte.

 El galgo que nos acompañaba se llamaba…

Frescas

 Hay garzas morenas entre los frescos de maizales, allá por el lago.
 En los febreros de la siembra, se planta y se crece un Algibe, fruto de la raiz del
 Vientre de su encía.

Le molestaba, se la quería quitar. Luego se arrepintió y mostró cara de desagrado en cada circunstancia que así lo requería.


 Oscilantes las ametralladoras de lo horroroso, se encarnaban en la noche.
 Muertes y más truenos, y truenos desequilibrantes.