sábado. mediodía. |
Los procesamientos por los que han pasado miles de años forman ahora un círculo.
Pensamos a veces que es mejor sentir, que sentir lo pensado no tiene razón alguna.
Toda la carne al aire usufructuada por delirios de grandeza.
Todas esas almas que atraviesan sus hálitos y los sortilegios, y los vientos,
y las esperanzas. Cuando encuentras un latido ¿ sabés qué hacés?
¿Cómo aprender la sustancia y volcarnos por encima de la felicidad?
Entreabre los ojos cuando siente que está cerca.
Por eso nos preguntamos cuando afilan el cuchillo y empuñan su victoria, qué cuestionamiento se le puede hacer. Cómo impedir eso que se ha formado. Y hay que escarbar por dentro de nuestra coaliciones, que armamos rígida y esquemáticamente casi sin darnos cuenta. Cómo no nos damos cuenta. Cómo no ver lo que está sucediendo. Ahora miro esos cuentos pasados, esas poesías inservibles y reflexiono sobre la articulación entre literatura y política. Y ahora me veo las líneas de mis manos y las coagulaciones intrínsecas y me doy cuanta que mi alma siempre fue intransigente. Cómo busqué apartarme siempre de la falsedad de tu mirada. Cómo evité la negación y las acciones, la contingencia.. La perseverancia puede ser cosa de débiles. No significa tener aguante. Estaban equivocados, siempre lo estuvieron. Y yo no hice nada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario