martes, 21 de febrero de 2012

 De una forma melodramática y carnal, la música se subleva siempre de la misma forma: va y vuelve en una relación voraz.
 Los sepulcros se liberan, la liviandad se rigidiza, los elementos estables se golpean; se desordenan por la trasmisión espontanea de energía.

  El melón se acaricia la rodaja, se envuelve en el mantel, perfuma la cocina e inunda todas las dimensiones de la casa con su color verde desierto y jugoso.
 De nuevo las cosas con su rudimental apariencia naturalizan lo radical, lo descollante, el  temor, y afilan el ojo antes que entre la nueva luz; 
como la respuesta antes que la pregunta. 
  Mientras tanto, un ser de ocho almas aparece hoy en esta tormenta, me inquieta en la cama, me deja ciego y me invita al destierro.
Pudo un poco más la sangre caliente que se subyugaba como impidiendo la muerte sin gloria alguna.
  El morir de pájaros hace que Rocco y Cósimo todavía jueguen con su instinto, que se rocen sin morderse, que duerman la siesta, 
y que traigan huesos y vísceras tibios para la cena.

4 comentarios:

  1. Siempre nombrás los pájaros y además me recordás a Pizarnik.
    "La jaula se ha vuelto pájaro
    y se ha volado
    y mi corazón está loco
    porque aúlla a la muerte
    y sonríe detrás del viento
    a mis delirios".
    Que andes bien.

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  2. faa, nunca leí Pizarnik.
    En realidad, mi lectura de poesía no es muy buena, leo muy poco.
    Sí, no mucho igual, aunque la naturaleza últimamente siempre es inevitable.Es muy difícil no pasar por ella, aunque sería bueno explorar en otros sentidos.
    que vos también andes bien "Anna".
    Saludos

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    Respuestas
    1. Podrías hacer el esfuerzo, pizarnik te va a gustar, estoy segurisima.
      la naturaleza inevitable, inevitable no pasar por ella, inevitable lo inevitable y además lo evitable. una injusticia.
      "Anna" Pseudónimo, otra mentira,alter ego, cualquier cosa, quizá un breve delirio.
      Que sigas así, que estés sonriendo.
      Besos!

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