martes, 28 de agosto de 2012


    
     Soñé en todos esos cariños que ya han pasado. En su tacto.
     En sus caricias apretadas sobre la piel.
     Soñé con el cachorrito de Rocco que murió a los 6 días de nacer.
     Soñé en verme educando.
     Y soñé en que eso no pase.
     La atracción de lo prohibido.
     Soñé que los rayos de sol matan las penas.
     Que en el invierno reflexionamos y usamos toda la líbido para amar.
     Que en el verano nos liberamos.
     Nos arrojamos al mar, nos retorcemos.
     Trepamos a la selva.
     Allá, soñé, allá. Creí que era yo, pero sólo era eso. 

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