Soñé en todos esos cariños que ya han pasado. En su tacto.
En sus caricias apretadas sobre la piel.
Soñé con el cachorrito de Rocco que murió a los 6 días de nacer.
Soñé en verme educando.
Y soñé en que eso no pase.
La atracción de lo prohibido.
Soñé que los rayos de sol matan las penas.
Que en el invierno reflexionamos y usamos toda la líbido para amar.
Que en el verano nos liberamos.
Nos arrojamos al mar, nos retorcemos.
Trepamos a la selva.
Allá, soñé, allá. Creí que era yo, pero sólo era eso.